La realidad que observamos es producto de la interpretación que hacemos de todo aquello que está y ocurre a nuestro alrededor. Nuestros sentidos reciben estímulos de forma constante, los cuales van avanzando hacia zonas más elevadas de nuestro sistema nervioso hasta llegar a las redes neuronales que filtran información en base a nuestras experiencias previas. Aunque cotidianamente tenemos la creencia de que a nuestra mente llega lo que ocurre a nuestro alrededor, la realidad es que el proceso es justo el contrario: nuestra mente se queda con lo que ella quiere o cree que es conveniente recibir.
Este proceso ha sido y es esencial para nuestra supervivencia, pues nos permite procesar información rápidamente y tomar decisiones en consecuencia. Sin embargo, también es el responsable de que haya información que perdamos por el camino, como aquellos aspectos o información novedosa.
De ahí el refrán “Todo es según el color del cristal con que se mira”. De ahí, el subrayar el poder de la mirada.
Entender este procesamiento es muy importante para poder empezar a comprender aspectos de nuestro día a día y de nuestra realidad que nos generan conflictos o malestar. En muchas ocasiones no es tanto lo que me ocurre, sino lo que mi cerebro filtra en base a mis experiencias y la interpretación que yo hago de ellas.
Por ello, es importante fomentar la toma de conciencia, atender al procesamiento de mi mente, observar qué elementos o interpretaciones suelen estar presentes y entender el por qué. Hay diferentes formas de hacerlo, una de ellas, por ejemplo, es a través de técnicas de Mindfulness que fomentan la toma de conciencia del momento presente y el autoconocimiento, favoreciendo la identificación de los procesos personales de pensamiento.
Cuando conocemos cómo funciona nuestra mente podemos dar sentido a momentos o experiencias pasadas que no entendíamos y podemos cambiar, o al menos entender, la forma en la que actuamos. El cambio en terapia pasa por ser consciente del poder de la mirada. Una parte esencial del proceso terapéutico consiste precisamente en ir descubriendo cómo son esas gafas que llevas puestas. Te invito a indagar en cómo es tu mirada y de qué color es el cristal con el que miras tu realidad.